No hay nada mas que consiga revitalizarme que disfrutar de un día al aire libre, contemplado, observando todo lo que la naturaleza es capaz de ofrecernos en todas sus manifestaciones.
Aquí dejo unas instantáneas de un día en pleno contacto con la naturaleza.
No hay nada como un desayuno al aire libre. El zumito recien exprimido con los frutos acabados de coger del arbol.
El olor que desprende este arbusto de Lavanda es sencillamente maravilloso
Y para acabar un paseo contemplando los impresionantes tonos azules que mostraba el mar
Envidia sana es lo que siento, como tu bien dices es un deleite disfrutar de un dia de naturaleza y tomar los frutos que ella nos regala sin pedir nada a cambio. La sintonia que existe entre esta y el ser humano no tiene precio y más, cuando personas como tu o como nosotros que sabemos apreciar y respetar este gran regalo que nos ofrece. Por cierto, unas fotos muy bien hechas. Besos Montse
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